Aprendizaje autorregulado

¿Qué es la Autorregulación?

La autorregulación es una estrategia para promover la enseñanza y el aprendizaje en el contexto escolar que se sostiene en la búsqueda de la autonomía. Indica una forma particular de actuar en el contexto del aula que exige transformar las prácticas educativas por parte del docente, ajustando coherentemente los principios curriculares con los que trabaja, a los intereses de formación y la evaluación del aprendizaje.

¿Qué es el Aprendizaje Autorregulado?

Es un proceso que permite ver el control que una persona puede tener de sus actuaciones en diferentes contextos, en la medida que sean los propios sujetos capaces de monitorear su aprendizaje, por supuesto, mediante guías o ayudas que le indiquen el aprendizaje esperado. Esto quiere decir que la autorregulación cumple una función importante en la medida que el sujeto aprende a evaluar y tener control sobre su aprendizaje y también a anticiparse a situaciones futuras, en diversas condiciones.

¿Qué Implica el Aprendizaje Autorregulado?

  • Saber planificar, controlar y dirigir procesos mentales hacia el logro de metas personales.
  • Conocer y saber emplear estrategias cognitivas que ayuden a entender, transformar, organizar, elaborar y recuperar información.
  • Emociones positivas ante las tareas.
  • Planificar y controlar el tiempo y el esfuerzo.
  • Participar en el control y regulación de las tareas académicas.
  • Estrategias volitivas para mantener la motivación, concentración y esfuerzo.

¿Qué necesito hacer para contribuir a que mis alumnos tengan un aprendizaje autorregulado?

1. Contar con la voluntad para transformar la práctica de la enseñanza, enfatizando el aprendizaje como eje de la acción educativa, inclusive transformando las concepciones de la evaluación, sobre todo si está centrada en el resultado. Buscando prácticas evaluativas auténticas, basadas en tareas reales, situadas en un contexto y que inviten al estudiante a identificar indicadores y presentar las evidencias de su aprendizaje.

2. La formación previa del docente en cuanto a los elementos teóricos que sustentan la práctica autorregulada y la autonomía del estudiante, a fin de brindar adecuadamente las herramientas necesarias para que el estudiante aprenda a  monitorear su aprendizaje y los modos de optimizarlo, descubriendo cómo aprender .

3. La participación activa de los estudiantes, centrados en la ejecución de tareas, con control sobre las acciones y los procesos cognitivos involucrados en las mismas.

4. La importancia de la retroalimentación como un acto creativo de devolución de información, justificada, sustentada y principalmente orientadora de las potencialidades del estudiante, si bien, basada en rúbricas o cualquier otro sistema, en todo caso, debe propender por el desarrollo del estudiante, evitando las contradicciones. Esto plantea al docente el reto de estructurar coherentemente la enseñanza.

¿Cómo puedo ayudar a mis alumnos a que regulen su aprendizaje?

Para que logren un aprendizaje autorregulado, es importante que los alumnos reflexionen sobre su práctica estudiantil, haciéndose preguntas previas, durante y al finalizar la realizacion de las tareas:

¿Por qué voy a hacer esta actividad?

¿Qué busco al realizarla?

¿Conozco y comprendo los objetivos de la tarea?

¿Qué necesito saber?

¿Me interesa esta actividad?

¿Qué estrategias me son más útiles para realizarla?

¿Me sirven las estrategias que elegí?

¿Qué tanto me acerco al objetivo que estoy buscando?

¿Cómo podría mejorar mi desempeño?

¿Puedo utilizar lo aprendido en otros contextos?

Secuencia de enseñanza y aprendizaje autorregulado

La secuencia de enseñanza y aprendizaje autorregulado es un proceso planificado que permita garantizar mejores condiciones para el aprendizaje; se integra de 4 fases:

  1. 1. Fase de exploración y explicitación de contenidos.

En esta fase, los estudiantes se sitúan en la temática del objeto de estudio, ya sea identificando o reconociendo el problema planteado y formulando sus propios puntos de vista o bien reconociendo cuáles son los propósitos del trabajo que se les propone y el punto de partida donde se sitúan para iniciar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

  1. 2. Fase de procedimientos, modelización y confrontación de conocimientos.

En esta fase se proponen actividades orientadas a la construcción o reconstrucción de nuevos aprendizajes o puntos de vista por parte de los alumnos que son guiados por el profesor de la asignatura específica. Las diferentes propuestas metodológicas en este caso se adaptan a los distintos modelos didácticos que aplica el profesor según el tipo de contenido que desea enseñar a sus estudiantes.

  1. 3. Fase de estructuración del conocimiento.

En esta fase el profesor debiera reconocer los «ajustes o síntesis» de cada estudiante en la construcción de los nuevos aprendizajes. Así, el alumno debiera ser capaz de reconocer los modelos de comprensión y utilizar los instrumentos (y técnicas) formales que habitualmente usan las distintas disciplinas. Sin embargo, estos instrumentos han de estar relacionados con las preguntas o los problemas que se han presentado al estudiante inicialmente, favoreciendo la esquematización y estructuración coherente de las diferentes formas de resolución de los problemas planteados.

  1. 4. Fase de explicitación del conocimiento.

En esta etapa se considera que con el fin de que los «nuevos aprendizajes» sean significativos para el alumnado se le debe dar la posibilidad de confrontar las experiencias adquiridas con nuevas situaciones. Además resulta de interés que comparen sus puntos de vista iniciales con los modelos finales para que sean capaces de identificar (o reconocer) su propio progreso de aprendizaje. Esta etapa debe propiciar además que los estudiantes planteen otras situaciones que den cuenta de la «continuidad» de la reflexión de los conocimientos adquiridos, que sean capaces de utilizar sus propios lenguajes y representaciones puesto que este «último modelo explicativo» del conocimiento específico, es sólo un conocimiento provisional que nuevamente deberá «evolucionar» sobre la base de nuevas palabras, nuevas analogías, nuevas experiencias, etc.