CAMBIAR NUESTRA IDENTIDAD DOCENTE PARA SER MÁS ESTRATÉGICOS
Preguntas clave en relación a dos artículos básicos sobre la Identidad Docente:
Artículo 1: Monereo, C., Badia, A., Bilbao, G., Cerrato, M., y Weise, C. (2009). Ser un docente estratégico: cuando cambiar la estrategia no basta. Cultura y Educación 21(3), pp. 237-256
1. ¿Cuáles son las diferencias conceptuales entre la noción de identidad, self y rol?
La identidad es la concepción que uno tiene de sí mismo y que hace referencia a la representación formada por atributos cognitivos y emocionales percibidos como propios y que son relativamente estables y permanentes en el tiempo, dando un carácter continuo a nuestra existencia. El rol hace referencia al conjunto de acciones, al cómo comportarse en un momento dado ligado a una identidad concreta, es decir, es el papel que se espera que desarrolle alguien en un contexto concreto. Mientras, que el concepto de self introduce cambios y matices a lo ya citado, y lo entendemos como una versión o una variabilidad de la propia identidad, es decir, de la concepción que tenemos de nosotros mismos, en un momento dado, en función de la situación; por lo tanto, conlleva cambios tanto a nivel cognitivo como emocional.
2. ¿Cómo el uso de los incidentes críticos podría ayudar a la formación de los profesores noveles para que sean más útiles, realistas y eficaces?
Los incidentes críticos ayudan a que los profesores sean conscientes de su propia identidad y por ello, reflexionen si sus concepciones y actuaciones son las mejores para llevarlas a la práctica docente. A partir de ello podrán reflexionar y realizar cambios en su self y en su identidad tan arralada a las concepciones sobre enseñanza, aprendizaje y evaluación. Los profesores noveles podrán vivenciar aquello que se encontrarían su día a día y ver cómo reaccionarían ante las diferentes situaciones. Cuáles serían sus selfs automáticos y si éstos son los mejores para la enseñanza de sus alumnos. El hecho de que los incidentes críticos pongan a flote las concepciones arraladas en los profesores provoca que puedan generarse reflexiones que cambien las mismas y haya una mejor preparación de los profesores que se enfrentan a situaciones escolares complejas.
3. ¿De qué manera podríamos influir en la habilidad de los profesores para cambiar de self en situaciones críticas si les informamos y los formamos en las diferencias entre esas tres nociones? A nivel meta-cognitivo se generaría un cambio en ellos favorecedor… o por el contrario no cambiaría nada? ¿Se puede realmente “enseñar” a cambiar de self?
Normalmente se tiende a trabajar de forma individual, o bien con pequeños grupos. De manera que a través de una conversación o entrevista con el profesor, o grupo de profesores (en la cual se suele preguntar qué es aquello que les preocupa y cómo creen que se podría solucionar) se crean listas de situaciones susceptibles de conflicto y se trabajan mediante Incidentes Críticos (IC), tanto inducidos como naturales, relacionados con ello. De esta manera, nos dirigimos al problema, y es más fácil identificar y centrarse en aquellas situaciones críticas para el profesor. Dándole pautas, a través del estudio de ICs, para no sólo cambiar de estrategia sino también de self.
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Artículo 2: Monereo, C., Castelló, M., Duran, D., Gómez, I. (2009). Las bases psicoeducativas del proyecto PISA como guía para el cambio en las concepciones y prácticas del profesorado de secundaria. Infancia y aprendizaje, 32 (3), pp. 421-447.
1. ¿Qué tiene que cambiar en los profesores para que su forma de actuar cambie realmente?
Muchas veces introduciendo nuevos materiales y recursos parece que la forma de actuar de los profesores cambie, pero se trata de un cambio superficial. Para que los profesores realicen un cambio más profundo tienen que cambiar sus propias concepciones acerca de la enseñanza y la evaluación. Para que haya un cambio en lo que se ve y se hace, primero tiene que haber un cambio en lo que se piensa. Por lo tanto, para que se haga un cambio en las actuaciones de los profesores, primero tienen que pasar por un proceso de cambio de sus propias concepciones. Aunque en realidad, esto no suele ser tan fácil. Sino que alguitas veces el cambio profundo puede venir de realizar cambios en las prácticas, y posteriormente, realizar un proceso de reflexión que produzca el cambio en las concepciones. Además, éstas, no sólo están relacionadas con las prácticas, sino también con las formas de entender el aprendizaje, la enseñanza, la evaluación, la propia identidad del profesor… Por lo que el cambio de las concepciones del profesor conlleva el cambio de muchos factores y elementos implicados.
2. ¿No sólo hay que cambiar las concepciones educativas de los docentes, sino también de los alumnos para que los cambios en la enseñanza y su evaluación sean efectivos?
Así es, para que el cambio en el concepto de enseñanza y de evaluación produzca buenos resultados, no sólo se debe concienciar al profesorado, sino también a los alumnos. Informarlos, darles la oportunidad de manifestarse, de dar su opinión, y tomar parte activa y consciente sobre la intencionalidad del proceso de enseñanza y del proceso de evaluación.
3.¿Cómo podemos cambiar nuestra “cultura test” a la “cultura formativa” en las evaluaciones finales de los alumnos? ¿Quiénes estarían implicados en el cambio?
Toda la sociedad estaría implicada en el cambio de cultura. Sin embargo, más concretamente el cambio debe venir desde las instituciones o colegios que cambian su forma de entender la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación. A partir de ello, los profesores dentro de esta cultura llevarían a cabo unas evaluaciones que fomentaran el aprendizaje, y no evaluar el resultado de un proceso memorístico como lo hacen los test. Por ello, es un cambio profundo en el cual, se debe fomentar el aprendizaje ante todo y se tienen que desarrollar actividades y evaluaciones que lo promuevan. Además, los alumnos tienen que entender que de esta manera sus aprendizajes son más significativos y auténticos, y todo aquello que aprendan tendrá una relevancia una vez salgan de la escuela.
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